lunes, 26 de julio de 2010

Lo digo en alto

Hace ya algunos días que recibí un email de un amigo y uno de sus comentarios me hizo pensar. No recuerdo con exactitud, pero venía a ser algo como que seguro que las cosas no estaban siendo tan fáciles como parecía en el post que acababa de escribir, y evidentemente, estaba en lo cierto. Por cierto, siento no haber contestado…
Primero decir que lo estamos pasando muy bien, de vacaciones (papi no tanto, claro, porque no está de vacaciones…), y que los abuelos nos ayudan bastante, que se está bien al solecito y que nos estamos poniendo morenitas las tres. Que comemos estupendamente y nos cuidan mucho, peeeero…
Por dentro, la realidad es que, a pesar de que se que esta es nuestra vida, al menos para los próximos tres años, y ME GUSTA, aun miro atrás y pienso que los casi 4 años que pasamos en Dublín han sido con diferencia los mejores de mi vida. Esto no quiere decir que lo mejor no esté o pueda estar por llegar, pero me da mucha pena no seguir allí. Si, ya sé que ahora estaréis oyendo, como yo, la voz de Jorge diciendo, “pero allí no teníamos nada, no teníamos estabilidad en el trabajo y blablablá”, que siiiiiiiii, que tienes razón, pero me sigue dando pena, y aunque este mal que lo diga en alto, esta vez lo voy a hacer. Bueno, esta y todas, que ya sabes que yo, callarme, más bien poco…
Me sigue dando pena, me siguen saltando las lágrimas cada vez que miro fotos, me cuesta decidirme a llamar por teléfono y charlar con alguno de vosotros porque sé que me quedare hecha polvo, y aun sigo siendo incapaz de abrir el álbum de fotos, y aunque probablemente esto lo sabíais todos, esta vez voy a decirlo en alto.
Os echo de menos, spaniards.

Happy 4th Bday Jimena!

Otra vez tarde para desearle feliz cumple a mi princesa... pero bueno, que le vamos a hacer, es lo que tiene estar ocupada y desconectada.
El jueves 22 Jimena cumplio 4 anyitos, increible como pasa el tiempo y lo mayor que esta. Lo celebramos con una fiesta con sus nuevos amigos, 8, con ella 9. Pusimos 2 piscinas hinchables en el corral y alli se metieron todos, jugaron en la casita de Jimena y merendaron sandwiches de nocilla, patatas, gusanitos y mediasnoches de jamon york como manda la tradicion. Y tomaron tarta, como debe ser, despues de que Jimena soplase la velita.
La tarta, por supuesto, de Dora. Como todo lo demas...
Prometo foto de la tarta :-)
FELICIDADES JIMENA!!!!!

martes, 13 de julio de 2010

7 meses!

Aldara cumple hoy 7 meses, y aunque me gustaría contaros mas cositas, seré breve, porque se está quejando y me temo que me tendré que ir a casa enseguida (estoy en la plaza del pueblo).
Aun no se mantiene sentada, pero casi, y le encanta, aunque estar tumbada sigue siendo su postura favorita. Es bastante mas tranquila que su hermana, y eso se nota, me da mucha mas tregua, aunque por el día duerme poco, pero se entretiene mucho.
Le encantan los garbanzos, como a su hermana, y a la fruta le hace ascos, aunque ya va abriendo la boquita, poco a poco. El sábado me quitó un trozo de pan sin darme cuenta y, aunque no debía, cuando me dí cuenta tenía la boca llenita de migas, así que parece que ha probado ya el gluten, aunque esperaremos para volver a dárselo, claro, porque esto fue accidental.
Es un poco más amigable, aunque no demasiado, y le encanta ver a su hermana, como ya anticipaba Bea, desde lejos, porque luego le pega tales achuchones que se pone a llorar enseguida.
Se sienta en la trona a ver la tele, su favorita es Peppa Pig, y no pierde detalle, aunque aguanta más o menos 2 minutos.
Y bueno, es todo lo que me da tiempo a contar... lo siento!

Summer School

Esta mañana, y para empezar bien la semana, Jimena ha empezado el cole de verano. Acostumbrada a estar con otros niños como estaba, estas dos semanas le han sobrado para darse cuenta de que los abuelos y tíos están muy bien para un rato, pero a la hora de elegir, se queda con Irene y Laia.
El viernes pasado, como eran fiestas, la llevamos a un castillo hinchable donde ya había otros niños, casi todos de su tamaño. Después de más de media hora agarrada a mi pierna conseguimos que entrase de la mano de otra niña, pero no se separo de la reja desde la que podía tocarme. De hecho, ni un salitito dio, ni uno pequeñito!
Después de esta flamante experiencia, esta mañana yo no tenía claro que me iba a encontrar, si se pondría a llorar y me la tendría que traer de vuelta o que se yo, a pesar de que ella estaba entusiasmada con la idea. Cuando hemos llegado, y mientras las monitoras nos contaban los horarios (de 10 a 2 de lunes a viernes) y el precio (agarrarse con el precio, casi como el del Giraffe, 5€ a la semana!!) ha repetido operación, agarrada a mi pierna y con la cabeza tapada con mi vestido. Mal empezamos, he pensado... pero nada más lejos de la realidad, a la hora de irse, una monitora le ha dado la mano mientras le contaba cómo se llamaba y con ella se ha ido. Sorprendentemente ni siquiera se ha vuelto para mirarme o decirme adios.
Allí la deje con su mochila de Dora, su bocata de chorizo y su botellita de agua... tan pequeñita comparada con el resto…
Cuando la hemos ido a recoger, una amiguita a la que su mama encargo que la cuidase, nos ha dicho que no ha dicho nada en toda la mañana (está claro que por la tarde se ha resarcido, doy fe de ello) y así ha seguido hasta llegar a casa. No ha querido contarme nada, solo asentía con la cabeza al preguntarle, sí, se lo había pasado bien y sí, se había comido el bocata. De hecho, lo único que me ha dicho ha sido que necesitaba más agua para ir al cole mañana, buena señal!
Después de comer ya me ha contado que había un niño que no llevo comida y que fue a hacer pis antes de comerse su bocata. También me ha dicho que estaban ensayando una canción pero que era un secreto y que va a pintar un dibujo, pero también es secreto.
Vamos, que ha sido todo un éxito! Seguirá yendo todos, o casi todos los días hasta el 20 de agosto.
Siguiente reto, las clases de natación, seguiremos informando!

jueves, 8 de julio de 2010

Dos semanas en España, aclimatándonos

Después de casi un año sin pisar tierras españolas, llevamos dos semanas en la soleada patria... ¡y lo que nos queda!
Estaréis esperando una crónica de estas primeras dos semanas acomodándonos a nuestra nueva situación, así que, ¡allá va! Agarraos que va a ser larguito...
El viaje, una odisea: Juanjo fue a recogernos y milagrosamente consiguió meter todo nuestro equipaje en su flamante coche nuevo. Llegamos al aeropuerto y nos informaron que el vuelo tenía una hora de retraso, que al final se convirtieron en dos, claro, así que las niñas estaban ya hartas de esperar, bueno, y nosotros también. Aldara se pasó prácticamente todo el vuelo llorando, ya sabemos que los espacios pequeños, y más si están llenos de gente, no son lo suyo. Cuando llegamos a la T4 de Barajas, comió y se transformó de nuevo, risas y chapurreos de nuevo, hasta que llegamos donde estaban los abuelos esperándonos, que empezaron de nuevo las quejas. Entre pitos y flautas llegamos a Salamanca casi a las 12 de la noche, en mitad de una tormenta, con las dos niñas dormidas y a una casa repleta de cajas.
Las cajas: bueno, aun quedan, porque por suerte o por desgracia, Jimena tiene más juguetes de los que caben en su habitación… así que ahí siguen algunos, en sus cajas, esperando a que los bajemos al trastero o a que encontremos un sitio apropiado para colocarlos.
La casa nueva: pues también aun le queda. El salón tiene el mueble, los dos sofás y la mesita de centro (muy mono todo), pero le falta la mesa y las sillas, porque su sitio lo estaban ocupando algunas cajas, jeje. En cuanto esté terminado os pondremos unas fotitos en flickr. La habitación de Jimena es la que, creo, lleva terminada prácticamente desde el primer día. Cuando llegamos ya tenía sus muebles nuevos montados, a la espera de encontrar su cama, que venía por piezas, entre las cajas de la mudanza. La cocinita y la mayor parte de sus libros y demás juguetes salieron la misma mañana del viernes, así que, como digo, prácticamente terminada. La cocina esta más o menos. Los armarios están llenos pero desordenados, así que poco a poco en septiembre cuando volvamos de las vacaciones, iré poniendo orden. Además, el horno no funciona, así que es otra cosilla a añadir a la lista. Nuestro dormitorio esta a la espera de que lleguen las dos cómodas y las mesitas de noche que encargamos la semana pasada, para estar del todo acabado. Llegaran a finales de este mes, supongo. Y de la ultima habitación, la que será el estudio y/o habitación de invitados, mejor no hablo, porque esa si que no tiene nada de nada… ¡excepto cajas! Pero no os preocupéis, ¡estará lista para cuando vengáis de visita!
Las vacaciones: de alguna manera hay que llamarlo, pero esto de vacaciones, ¡tiene más bien poco! Jorge está trabajando en Salamanca (así que para él, vacaciones… na de na) y yo estoy en el pueblo con las niñas, escribiendo otro artículo que me han encargado, así que lo mismo, vacaciones, pocas.
El calor: sospecho que no hace todo el que ha hecho en otras ocasiones, ni todo el que va a hacer, pero lo estamos sufriendo, y mucho. En el pueblo hace menos que en Salamanca, y en Salamanca menos que en Madrid, y aun así se pasa mal. La falta de costumbre, supongo.
Jimena: Jimena está totalmente fuera de control. Bueno, algunos dirán que no, y probablemente sea cierto, los que verdaderamente están fuera de control son los abuelos, tíos y demás familia… Se acuesta tarde, tardísimo, y tarda un montón en dormirse, y se levanta pronto, así que, mal asunto. Por lo demás, se va con cualquiera (nos la roban si nos descuidamos) y sobre todo si le dicen, “te compro algo…” y a eso hay que ponerle remedio, porque entre bolsas de gusanitos, palitos con nocilla,” zumos de chocolate” y helados, no da abasto a comer guarrerías. Su español ha mejorado a pasos agigantados. Conmigo habla en inglés siempre, pero se esfuerza en hablar español con los que sabe que no la entienden. Con los que piensa que la van a entender en inglés (sus tíos generalmente) no se esfuerza tanto, pero habla muchíííísimo mejor. Y no calla en todo el día, sea en uno o en otro idioma, pero eso ya lo hacía antes, claro. El calor tampoco lo lleva muy bien. Está contenta de poder llevar vestidos todo el día, pero las piernas las tiene llenas de granitos (del calor o del sol, no sabemos bien) y por las noches se queja de que no puede dormir. Esta noche se ha quitado el pijama de hecho, porque estaba asada.
Aldara: pues Aldara sigue en su línea, poco amigable, y pegada a su mami todo el día, y toda la noche, claro. El calor lo lleva muy mal, va mejorando, pero lo lleva mal. Le encanta bañarse con su hermana, en la bañera o en la piscina hinchable, y se ríe muchísimo con ella. Hemos intentado empezar con los sólidos con un empate entre éxitos y fracasos. El primer intento fue una papilla de manzana y naranja, y los manotazos a la cuchara fueron claros: NO ME GUSTA, MAMÁ. Pensábamos en un primer momento que no quería cuchara porque le recordaba a la tortura que sufrió con el calpol, pero creo que va a ser que no. Intentos sucesivos con el mismo menú tuvieron éxitos similares, o sea, fracasos totales. El segundo intento fue una cucharadita de zumo de naranja, muy dulcito, ¡que lo probé yo! Mismo resultado. Casi podría decir que la fruta no le va demasiado, así que decidimos probar con otra cosa. Probamos con cocido, uno de los platos favoritos de su hermana. Le acerqué la cuchara con un poquito de caldo y empezó a dar manotazos, debió pensar que le endiñaba la fruta otra vez, jeje. A duras penas conseguí acercársela, pero en cuanto lo probó empezó a relamerse. La siguiente cucharada la esperaba con la boca abierta, y a la tercera me la quitó para comérsela ella sola. Intenté después con un garbanzo, lo comió directamente de mi dedo, y llegó a comerse un par de ellos en total, ¡todo un éxito el cocido! Hace un par de días probamos también con lentejas con el mismo resultado, le venía bien tanto el caldo como las lentejas, patatas o arroz. La última prueba ha sido arroz blanco cocido, y como era de esperar ha dicho, cómetelo tú, mamá, que esto no sabe a nada. Seguiremos probando con guisos, porque parece que es lo que más le gusta, hoy toca potaje de garbanzos, a ver que tal.
Jorge: mejor que lo cuente él, cuando tenga tiempo, pero lleva ya una semana trabajando y no está descontento. Trabaja de 8 a 3, porque tiene jornada de verano, y viene los miércoles y los viernes (estamos como a 65km más o menos), para que se le haga la semana más corta y porque Jimena le echa mucho de menos, bueno, ¡y las demás también! Ahora está también haciendo las gestiones pertinentes, renovación del DNI, Seguridad Social, cuenta del banco… y poco a poco habituándose a los madrugones, que no está muy acostumbrado.
Carlota: yo, como decía antes, estoy en el pueblo con las niñas. No hago mucho, la verdad, porque por suerte me dan de comer y de cenar en la casa de al lado (comida de mamá, que está muy rica), pero estoy bastante cansada. Por las mañanas, como a las 11, Jimena se va con los abuelos, y yo aprovecho para acostar a Aldara una siesta y trabajar en mi artículo. Después ya nos vamos Aldara y yo a casa de los abuelos también y pasamos la tarde, hasta las 7 y media que generalmente se acuesta, y que yo me quedo con ella, claro, a dónde voy a ir… y aprovecho otro ratito para trabajar. A Jimena me la devuelven cenada como a las 9 o 9 y media, ve un rato la tele mientras yo ceno y se va a acostar. Y ahí acaba mi jornada diurna, ¡que también tengo jornada nocturna! Con un poco de suerte es sólo Aldara la que me despierta reclamando su comida, pero no siempre estoy de suerte, a veces Jimena necesita agua, hacer pis o simplemente tiene calor y viene a buscarme, así que me levanto casi más cansada de lo que me acosté.
¡Y esto es todo amigos! Que os echamos mucho, mucho de menos y que os seguiremos informando desde la soleada España.